Equivocaciones
cometí.
Una
sonrisa cambia el mundo.
No
me doy por vencido, solo al mirarte te aprecio más.
Cabeza,
tronco, brazos, piernas te definen como una persona, ¡pero me equivoco!, “eres
una princesa”; como cuentos de hadas y películas.
Camino
en verano, pero te quiero como el invierno que siempre espero.
Duermo,
me cubro y siento el calor al observarte amor.
Mi
camino es mirar hacia adelante, pero eres mi pasado con futuro, el mejor pasado
al recordar de mi primer amor.
Necesito
observarte, eres mi necesidad, como el mar necesita su sal, la noche necesita a
la luna y yo necesito de ti.
Poema
20 de Neruda, escrito a su amada, solo queda en papel manchado por tinta como
esta carta que te escribo.
No
soy Neruda pero puedo ser José.
Las
reflexiones me vienen con las flexiones para ejercitar la mente con
pensamientos nada puros.
Espero
que me odies con amor, como yo tengo hacía a ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario